"Terremoto de 5,6 grados en Portugal marca el mayor seísmo registrado en la península en 2024, con repercusiones en Huelva."
En Huelva, a fecha del 11 de enero, un evento sísmico significativo ha captado la atención de expertos y ciudadanos. El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha confirmado un terremoto de 5,3 grados de magnitud y una intensidad de IV-V que ocurrió el 26 de agosto en aguas del Atlántico, al sur de Lisboa, Portugal. Este fenómeno se sintió en varios municipios de las provincias andaluzas de Huelva, Cádiz, Sevilla, Córdoba, Málaga, Granada y Jaén, marcando un hito al ser el movimiento telúrico más relevante en términos de magnitud e intensidad registrado en la Península Ibérica durante el año 2024.
El IGN divulgó estos datos en sus plataformas de redes sociales, presentando un resumen completo sobre la actividad sísmica en la Península Ibérica para el año en curso. De acuerdo con esta información, este año se han registrado un total de 6.824 terremotos, de los cuales 221 fueron percibidos por la población. Este volumen de actividad sísmica ha suscitado distintos niveles de inquietud entre los ciudadanos, poniendo de manifiesto la importancia de la vigilancia sísmica en la región.
Francisco Alonso Chaves, geólogo y profesor en la Universidad de Huelva, ofreció su análisis en una entrevista con Europa Press. Resaltó que el terremoto del 26 de agosto representa el más fuerte en Portugal desde 1969, indicando que su magnitud era "algo superior a lo habitual" en esa área. Un aspecto destacable que mencionó fue que el sismo no ocurrió en el límite de fractura de la placa tectónica, donde generalmente se producen estas actividades, sino que se originó en el corazón de la placa Ibérica, a unos 64 a 65 kilómetros al oeste de Sines (Portugal) y a una profundidad aproximada de 19 kilómetros.
Alonso Chaves enfatizó que esta magnitud superior se debe a una fractura más significativa en el subsuelo y alertó sobre la considerable energía liberada, comparándola con lo que podría resultar de un ensayo nuclear. No obstante, quiso calmar a la población, asegurando que no hay razón para temer un posible tsunami, lo que brinda algo de tranquilidad ante la comunidad afectada.
El IGN también apuntó que en Andalucía, las localidades más cercanas a la frontera con Portugal, como Huelva, Jabugo, Cortegana, y Villablanca, entre otras, fueron las que más sintieron los efectos del terremoto, experimentando un grado III. Curiosamente, Carrión de los Céspedes en la provincia de Sevilla también reportó una intensidad similar.
En la provincia de Cádiz, el fenómeno se sintió con una intensidad de grado II en diversas ciudades, tales como Jerez de la Frontera y Sanlúcar de Barrameda. En la capital gaditana y en localidades como Málaga, Jaén y Granada, los temblores fueron igualmente detectados, aunque de manera más leve. En Córdoba, regiones como Alameda del Obispo y Hornachuelos también percibieron el temblor.
El servicio unificado de emergencias 112 de Andalucía reportó que gestionó más de 15 llamadas relacionadas con este evento sísmico, mostrando el impacto que generó el mismo entre la población local.
Este terremoto, con epicentro en el océano Atlántico cerca de Sines, a una profundidad de 10,7 kilómetros, afectó a un total de siete comunidades autónomas en España. A través de un mensaje, el IGN enfatizó que los seísmos en esta zona son eventos más que corrientes, y aunque se anticipan posibles réplicas, descartó la probabilidad de un tsunami.
Otro experto, Raúl Pérez López del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC), también habló sobre el evento en una conversación con Europa Press. Recordó el devastador terremoto de Lisboa en 1755, que tuvo lugar un poco más al sur del área afectada el 26 de agosto, y que dejó un saldo trágico de 61 muertos, sin contar las víctimas del tsunami que le siguió.
Pérez López hizo un llamado a evitar comparaciones temerosas e inadecuadas, aclarando que aunque un terremoto de 6,5 en la escala de Richter es igual en fuerza a la bomba de Hiroshima, el de Lisboa de 5,3 fue significativamente menos devastador, con una potencia 32 veces inferior.
Antes del sismo del 26 de agosto, el IGN había observado varios movimientos telúricos en la zona del Cabo de San Vicente y en aguas atlánticas de Portugal. Desde el 1 de enero de 2025 hasta el 10 de este mes, se registraron tres terremotos adicionales en dicha área, con magnitudes que oscilan entre 2,2 y 2,5. Según los especialistas, estas actividades no generan preocupación, ya que a mayor liberación de energía en el suelo, disminuyen las probabilidades de un gran terremoto que provoque un maremoto.
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