Los abogados defensores de los dos detenidos por el crimen del doctor Rafael Piorno Fermoselle a finales del pasado mes de agosto en su vivienda de Roquetas de Mar (Almería) han rechazado que exista un "asesinato" en cuanto a la muerte del facultativo de 76 años al entender que el crimen no fue "premeditado" sino que se debió a un robo frustrado.
Así lo han trasladado a los medios tras la reconstrucción de los hechos que se ha practicado durante cerca de dos horas en la vivienda del médico situada en la calle Enrique Granados, la cual tenía a la venta; lo que habría servido como excusa por parte de los detenidos para planificar un robo que, según sus representantes legales, derivó en el crimen.
La reconstrucción, que ha servido para clarificar la "convulsa" escena del crimen, ha comenzado con el acordonamiento de la calle por parte de la Guardia Civil en torno a las 9,30 horas, antes de la llegada de la comitiva judicial y de los dos arrestados: el policía nacional J.J.F.M, identificado como el ideólogo del asalto; y su compinche Ó.F.S., presunto autor del crimen.
Los letrados Enrique Sánchez, que representa al agente policial y su pareja sentimental, también investigada en esta causa; y José Miguel Ramos, que defiende al supuesto homicida, han señalado la colaboración en la investigación de sus patrocinados toda vez que han sostenido que, ante el intento de robo, la víctima habría empleado algún "instrumento peligroso" para "defender su hogar".
"A partir de ahí se desata un forcejeo con el fatal desenlace del fallecimiento del doctor", ha trasladado Ramos en cuanto a la acción de su cliente, cuya versión, según ha estimado, se sostiene con "pruebas claras y objetivas" puesto que el mismo presentaría "lesiones" compatibles que acreditarían esa "agresión" previa por parte del facultativo, según su versión.
Para el letrado, los acusados "perpetraron un robo" que "se frustra por milésimas de segundo" y que da lugar a un "fatal desenlace", según ha señalado tras recalcar que "desde el inicio de la investigación" su cliente "colaboró y contó la realidad" de lo sucedido.
Por su parte, el representante del agente de policía ha señalado que su patrocinado reconoció haber "preparado un robo" y "no un asesinato", por lo que llamó a su compinche para que fuera a "ayudarlo" pero "no contrata" a nadie, de modo que no ha entrado en determinar si esa ayuda tuvo o no como contraprestación el pago de unos 25.000 euros.
En cualquier caso, ha incidido en que fue el otro acusado quien "forcejeó" con el doctor Piorno y quien posteriormente le puso las bridas en las muñecas cuando ya "estaba fallecido", de manera que no contactó con el policía nacional hasta que la muerte se había consumado.
Así, ha justificado que la huida posterior los dos acusados obedeció a los "nervios" propios de la situación, lo que les habría impedido en ese momento avisar a las autoridades o a los servicios médicos. "Él vio que había fallecido y con los nervios salieron corriendo. No pensaron en otra cosa", ha dicho el defensor del agente policial.
Ambos acusados, quienes han aparecido por separado en dos furgones policiales distintos ataviados con una sudadera roja y otra negra para ocultar sus rostros, se encuentran en prisión preventiva ante estos hechos que tuvieron lugar el pasado 23 de agosto.
Según fuentes del caso, los sospechosos acudieron sobre las 15,45 horas a la vivienda del doctor, que habían vigilado previamente, preparados para cometer un robo, para lo que se habrían servido además de la furgoneta propiedad de la pareja sentimental del policía, también investigada en la causa.
Los acusados se habrían valido de que el doctor tenía en venta la vivienda, en la que también pasaba consulta, para acudir con la excusa de una posible compra, de forma que el que era un desconocido para el médico habría tocado a la puerta con la excusa de realizar una visita a la vivienda.
Así, en un momento dado tras abrir la puerta, el sospechoso habría atacado al facultativo, de 76 años, con un táser como el que fue encontrado posteriormente por los investigadores durante los registros domiciliarios realizados en Roquetas de Mar, Almería y León para inmovilizar al médico.
No obstante, el médico, quien era muy conocido en la localidad por integrar además las listas del PP en las elecciones municipales de 2023, habría tratado de defenderse con un cuchillo ante su adversario; mismo cuchillo con el que tras un supuestos forcejeo resultó apuñalado hasta en tres ocasiones por su rival en el cuello y a la altura de los hombros.
Habría sido tras el crimen cuando el agente de Policía Nacional habría accedido a la vivienda vestido de forma que no pudiera ser reconocido por el médico, dada la relación que mantenía con él como paciente. Así, según se desprende de la investigación, entre ambos habrían maniatado a la víctima, que falleció poco después, sin posibilidad de poder pedir ayuda.
A partir de ese momento, el robo orquestado por el agente se habría visto frustrado con el crimen, por lo que ambos sospechosos habrían tratado de limpiar los restos de sangre de la vivienda y eliminar los vestigios que quedaron del delito, para lo que se llevaron las prendas de ropa ensangrentadas.
Así, el policía abandonó la vivienda seguido de su compinche, quien habría usado ropa limpia de la víctima para no levantar sospechas. De este modo, habrían cargado en la furgoneta aparcada en las proximidades la bolsa de plástico con los efectos retirados del crimen para abandonar el lugar y viajar al día siguiente a León.
Cabe recordar que, ante estos indicios y las pruebas recabadas, junto con la propia declaración de los sospechosos, el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Roquetas de Mar ordenó el ingreso en prisión de ambos implicados por los delitos de homicidio y robo con violencia, a la espera de una más depurada instrucción, toda vez que dejó en libertad como investigada a la pareja del agente, al figurar como propietaria de la furgoneta.
Los agentes de la Guardia Civil que investigaron el caso hallaron en un local de la ciudad de Almería arrendado por uno de los detenidos diferentes efectos relacionados con los hechos. En los registros practicados en León y Roquetas de Mar también se han intervenido una pistola, un machete de grandes dimensiones, munición y un táser, entre otros efectos.
La investigación permitió constatar que el policía, en situación de inactividad y quien "conocía de manera directa al fallecido", conocía "sus rutinas y horarios", así como la intención del médico de vender la vivienda en la que vivía, en la calle Enrique Granados de la localidad roquetera.
De otro lado, el sospechoso que se habría hecho pasar por posible comprador, se habría desplazado desde León expresamente para actuar en la vivienda. Ambos investigados eran conocedores de las medidas de seguridad que debían adoptar para no ser localizados antes y después de los hechos.
Mediante diversas coartadas "trataron de aproximarse a la víctima con la intención de ganarse su confianza y así llevar a cabo sus intenciones". Los dos presuntos autores trataron de borrar cualquier rastro del lugar que los vinculase con el fallecido.
Los detenidos acabaron presuntamente con su vida del médico, conocido en Roquetas de Mar por integrar las listas del PP a las elecciones municipales de 2023. El cuerpo, que fue hallados dos días después de su muerte gracias al aviso de un vecino, apareció maniatado y con varias heridas punzantes.
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