En un reciente anuncio, Airbus Defence and Space ha decidido llevar a cabo una reducción de personal que afectará a 303 trabajadores en España. Esta medida es parte de un ambicioso plan iniciado en octubre con el objetivo de ajustar su estructura organizativa a un entorno que la empresa califica de "complejo" y dinámico. En total, se prevé que se recorten unos 2.500 puestos de trabajo en los diferentes países en los que la empresa opera, lo que ha suscitado preocupación entre los empleados y los sindicatos.
De acuerdo con fuentes cercanas a Europa Press, la mayoría de los despidos se concentrarán en la planta de Getafe, en Madrid, donde se verán afectados 200 puestos. Asimismo, la sede de Sevilla afrontará una reducción de 83 trabajadores, y otro grupo de 20 empleados pertenecientes a Crisa, una subsidiaria que se dedica a la producción de sistemas electrónicos, también perderá su puesto en esta fase de reestructuración. Este proceso se llevará a cabo de forma gradual entre 2025 y 2026, lo que deja a los afectados con un tiempo limitado para prepararse para la transición.
La decisión de Airbus se enmarca en un contexto económico adverso que ha impactado de manera significativa sus resultados financieros. La compañía ha enfrentado costes operativos superiores a los esperados, particularmente en su división aeroespacial, situación que ha persistido desde el año 2023. Ante este panorama, Airbus ha señalado la necesidad de implementar una "estructura organizativa más eficaz y eficiente" que permita revertir esta tendencia negativa, centrándose especialmente en su sede central.
El consejero delegado de Airbus Defence and Space, Mike Schoellhorn, explicó en octubre que las circunstancias del sector han cambiado de manera rápida y desafiante, lo que ha puesto en jaque tanto a la empresa como a su división. Factores como las crisis en las cadenas de suministro, conflictos bélicos y la inflación han complicado aún más el panorama. Aunque la empresa ya ha realizado algunas transformaciones durante 2023 que, según indican, han comenzado a generar resultados positivos en su rendimiento operativo, se busca ahora avanzar hacia la siguiente fase de su estrategia de mejora.
Desde la empresa aseguran que no hay planes para realizar despidos obligatorios, subrayando que todos los procesos se llevarán a cabo en colaboración con los representantes de los trabajadores y conforme a la normativa legal existente. Sin embargo, los sindicatos españoles han reaccionado enérgicamente a este anuncio, advirtiendo a la dirección de la compañía que no aceptarán medidas que sean "ni traumáticas ni forzosas", planteando un espacio para el diálogo y la negociación en un momento crítico para los empleados afectados por esta reestructuración.
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