Granada, 21 de abril - En un incidente alarmante ocurrido en la mañana del domingo, la Policía Local de Granada detuvo a una mujer que, tras verse implicada en un accidente de tráfico, decidió huir del lugar a pesar de estar bajo los efectos del alcohol. La conductora, que exhibía comportamientos peligrosos, fue finalmente interceptada mientras circulaba en sentido contrario por la emblemática cuesta de San Antonio.

Según los informes de la Policía Local, el accidente se registró alrededor de las 6:45 a.m. La mujer, al ser alcanzada por los agentes, se negó obstinadamente a someterse a la prueba de alcoholemia y, en un desafortunado giro de los acontecimientos, incluso opuso resistencia durante su arresto, llegando a agredir a los oficiales que intentaban poner fin a la situación.

Finalmente, la mujer fue detenida y recluida en los calabozos a la espera de su comparecencia ante el juez, enfrentando cargos por conducción ebria, negativa a realizar la prueba de alcoholemia y agresión a agentes de la ley.

La historia no terminó ahí. La conductora no estaba sola; su acompañante, que es el propietario del vehículo, también había estado consumiendo alcohol. Aproximadamente a las 11:00 a.m., regresó a la Jefatura de Policía intentando recuperar su coche del depósito. Inusualmente, llegó al volante de otro automóvil, pero los agentes pronto notaron que aún presentaba signos de embriaguez.

Tras someterlo a la prueba de alcoholemia, el acompañante dio un resultado alarmante de 0,61 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Como consecuencia de su conducta imprudente, se le impuso una multa de mil euros y la retirada de seis puntos de su licencia de conducir, dejando claro que los efectos del alcohol al volante no solo afectan la seguridad de los individuos, sino también la de toda la comunidad.