Un fallo judicial en Sevilla ha destacado un caso alarmante de abuso sexual que tuvo lugar en un parque público, donde un hombre fue condenado por agredir a una amiga después de que ella rechazara sus avances sexuales.

La Audiencia de Sevilla dictó la sentencia el 23 de septiembre, en la que se desvelaron los perturbadores detalles de los eventos que ocurrieron en la madrugada del 21 de agosto de 2021. Según el tribunal, el acusado, que no tenía antecedentes penales, se encontraba con la víctima en el parque de Mairena del Aljarafe, donde ambos habían ido de manera voluntaria y estaban sentados juntos en un banco.

El relato de los hechos es inquietante. El hombre, en un momento determinado, se mostró de manera ofensiva al desnudarse y solicitar a la mujer que le practicara sexo oral. Ante la negativa de ella, la situación escaló en agresividad, ya que el acusado decidió golpearla en la cara con su genitál, una acción que representa un claro ejercicio de violencia sobre la víctima.

La secuencia de agresiones continuó, ya que el acusado comenzó a desabrochar la camiseta de la mujer y a tocarla sin su consentimiento, ignorando sus súplicas de que se detuviera. A pesar de que lograron salir del parque, la amenaza persistió en el vehículo, donde el hombre volvió a intentar desnudarse, sugiriendo que la mujer podría perder una "oportunidad", una frase que encierra la manipulación característica de situaciones de abuso.

Al enfrentarse a la continua negativa de la víctima, el agresor hizo una parada repentina, momento en el cual le propinó varios golpes en la cara, además de agarrarla del cabello y besuquearla sin su consentimiento, intentando tocarle los genitales a través de la ropa. Este comportamiento refleja una evidente falta de respeto hacia la autonomía y el bienestar de la mujer.

La sentencia también revela que el acusado se encontraba bajo la influencia de alcohol durante el incidente y que, antes del juicio, indemnizó a la víctima con 3.000 euros. Esta acción, aunque importante, no mitiga la gravedad de su comportamiento ni el impacto que ha tenido en la vida de la mujer.

Finalmente, la Sección Primera de la Audiencia impuso una pena que incluye una multa de 1.626 euros y dos años de prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima, además de cubrir los costos legales del proceso. Este caso subraya la importancia de la lucha continua contra el abuso sexual y la necesidad de proporcionar un entorno seguro para que las mujeres puedan expresar sus límites sin temor a represalias.