SEVILLA, 12 de julio. Un operativo de la Policía Nacional ha llevado a la detención de tres sospechosos de formar parte de una organización criminal que presuntamente planeaba llevar a cabo una serie de atracos violentos en varias entidades bancarias de las provincias de Cádiz y Málaga. Los arrestados ya contaban con antecedentes delictivos vinculados a robos similares tanto en España como en Italia.

Según un comunicado emitido por la Policía, la investigación surgió del seguimiento habitual de grupos delictivos en el sur de España. El principal sospechoso fue identificado tras el descubrimiento de un sofisticado “kit para robos” que contenía ropa similar a la de las fuerzas de seguridad, chalecos antibalas, un revólver y dos armas cortas, oculto en un escondite en una zona montañosa.

Las evidencias acumuladas llevaron a los agentes a sospechar que el investigado estaba realizando labores de vigilancia en distintas sucursales bancarias, en colaboración con su esposa y otro cómplice, para orquestar un plan detallado de atracos en las mencionadas provincias.

Los sospechosos realizaban monitoreos diarios de varias entidades bancarias desde el momento de su apertura y en las horas posteriores. Esto incluía observar el flujo de personas, la posible presencia policial y la rutina de los empleados. Solo durante el mes de junio llevaron a cabo vigilancia en siete sucursales que figuraban en su listado de objetivos.

Los antecedentes penales de los detenidos, que incluyen delitos de robo violento, especialmente en el contexto de asaltos a bancos, reforzaron las sospechas de la Policía. El principal de ellos había sido arrestado anteriormente en 2002 por llevar a cabo nueve robos a mano armada en menos de un año.

A medida que avanzaban las investigaciones, se evidenció un riesgo elevado de que un atraco se llevara a cabo de manera inminente, específicamente en una sucursal en la localidad malagueña de Estación de Cártama. Este atraco se intentó ejecutar el 26 de junio, justo al abrir la entidad.

El principal sospechoso llegó con su esposa y un cómplice a las cercanías de la sucursal utilizando su vehículo habitual, y luego optaron por una motocicleta robada para acercarse al banco. Los dos hombres entraron disfrazados con gorras y pelucas, mientras que la mujer permaneció afuera, vigilando la situación.

Gracias a un dispositivo policial anticipado, los agentes pudieron capturar a los dos hombres a la salida del banco justo cuando intentaban escapar con la motocicleta sustraída, además de 108.500 euros en efectivo. También se les incautaron dos armas simuladas y una granada de mano. La mujer fue aprehendida en el vehículo, a unos 100 metros del lugar, donde esperaba con el motor encendido para huir.

Las grabaciones de las cámaras de seguridad de la entidad mostraron cómo los asaltantes actuaron de manera coordinada, controlando eficientemente a todos en el interior del banco y ejecutando el robo en un tiempo muy breve, incluso esperando el retraso de seguridad en la apertura de la caja fuerte.