En un destacable operativo de seguridad, la Guardia Civil detuvo en la madrugada del viernes a cinco individuos involucrados en un intento de tráfico de drogas por la costa de Chipiona, Cádiz. Gracias a la rápida intervención de las fuerzas de seguridad, se logró interceptar 27 fardos de hachís, que pesaban más de 1.000 kilos, junto con una embarcación semirrígida y un fusil de asalto completamente operativo.

La operación se activó tras la detección de una embarcación sospechosa de alta velocidad mediante el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE), que se dirigía hacia la playa Micaela de Chipiona alrededor de la medianoche. Este tipo de vigilancia es crucial para prevenir la entrada de sustancias ilegales en nuestras costas.

Ante la sospecha de un inminente desembarco de drogas, se movilizaron múltiples unidades de la Guardia Civil para fortalecer la operación. En el equipo participaron miembros del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Policía Judicial, junto con apoyo de agentes del Servicio Marítimo Provincial y de la Unidad de Seguridad Ciudadana de Chiclana.

Los agentes fueron testigos de cómo la droga se transfería desde la embarcación de alta velocidad a la semirrígida, logrando interceptar esta última en aguas cercanas, capturando tanto la embarcación como a su piloto. Mientras tanto, en tierra firme, otro grupo de agentes detuvo a cuatro personas adicionales que estaban esperando el alijo, encontrando a su vez un fusil de asalto listo para ser utilizado.

Los cinco detenidos, junto con el material incautado, fueron trasladados a la Comandancia de la Guardia Civil en Cádiz, donde se iniciarán las diligencias correspondientes. La operación sigue abierta, resaltando la importancia de la colaboración entre distintas unidades en la lucha contra el narcotráfico y la protección de nuestras comunidades.