En un preocupante suceso que resalta la urgente necesidad de abordar la violencia de género y el narcotráfico, agentes de la Policía Nacional han llevado a cabo la detención de un individuo en El Puerto de Santa María, Cádiz, acusado de haber mantenido secuestrada a una menor en un espacio conocido como 'narcopiso'. El detenido enfrenta graves cargos que incluyen detención ilegal, agresión sexual y delitos contra la salud pública. Tras pasar a disposición judicial, se ha dictado su ingreso en prisión de forma provisional y sin posibilidad de fianza.

De acuerdo con la información proporcionada por la Policía Nacional, el episodio se desencadenó el 13 de noviembre, cuando la Sala del 091 recibió una llamada desesperada de una joven que pedía ayuda, indicando que estaba siendo retenida contra su voluntad. La llamada fue interrumpida abruptamente cuando un hombre la obligó a afirmar que estaba bien, lo que intensificó la preocupación de los agentes de la ley.

Las investigaciones iniciales revelaron que la joven en cuestión era una menor cuya desaparición había sido reportada dos días antes de la angustiante llamada, al no regresar al centro de menores donde se encontraba tutelada. Los agentes, al indagar sobre el caso, se fijaron en un hombre de 37 años, conocido por su largo historial delictivo en la zona, levantando sospechas sobre su posible implicación en el caso.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos iniciales por localizar a la joven mediante gestiones telefónicas, los agentes no lograron obtener información clara sobre su paradero. Fue en este contexto que, el día siguiente, dos miembros de la Brigada de Seguridad Ciudadana dieron un paso decisivo al entrevistarse con los familiares del sospechoso en su domicilio en la barriada de Los Milagros, donde indicaron que había una relación entre el detenido y la menor. Uno de los familiares expresó su disposición a colaborar si se obtenía alguna pista sobre la ubicación de la víctima.

Avanzando en la investigación, los mismos agentes, junto a especialistas de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM), regresaron al domicilio. Durante esta segunda visita, se escuchó una voz femenina provenientes de la última planta de la vivienda, donde se escucharon los angustiados gritos de auxilio de la menor, quien clamaba: “¡Déjame salir ya, por favor!”. Este hallazgo dio lugar a una respuesta inmediata por parte de las fuerzas del orden.

Tras solicitar refuerzos y a pesar de la negativa del sospechoso de abrir la puerta, los agentes lograron ingresar al interior de la vivienda. Allí encontraron a la menor en estado de shock, junto a un colchón ensangrentado en el centro de la habitación, evidenciando la gravedad de la situación y la necesidad de un abordaje integral a la problemática del narcotráfico que asola la región.

El detenido fue finalmente apresado tras un breve forcejeo. Inmediatamente después, la víctima fue trasladada a dependencias policiales, donde recibió asistencia médica y el apoyo especializado de la UFAM, que se encarga de la atención a mujeres y menores en situaciones de crisis. Al día siguiente, se llevó a cabo la audiencia judicial donde se dictó su ingreso en prisión provisional sin opción de fianza, subrayando la intención de la justicia de tomar medidas firmes en casos de esta naturaleza.