En un comunicado emitido el pasado 18 de enero desde la organización Verdemar Ecologistas en Acción, se lanzó una severa advertencia sobre la llegada de un submarino nuclear al puerto militar de Gibraltar. Este incidente ha generado preocupación entre los activistas, quienes sostienen que la presencia de esta "bomba flotante" en la región no solo representa una amenaza inminente, sino que también plantea interrogantes sobre la responsabilidad de su mantenimiento y reparación en un entorno tan crítico como el del Estrecho de Gibraltar.
La organización ecologista expresó su descontento al considerar que estos submarinos, que operan con reactores nucleares, constituyen un riesgo significativo tanto para el medio ambiente como para la seguridad de los habitantes de la zona. En su declaración, enfatizan que la llegada de estas embarcaciones pone en jaque la tranquilidad de una región ya vulnerable ante diversas amenazas naturales y climáticas. "La presencia de reactores nucleares en nuestras aguas es inaceptable", afirmaron desde Verdemar.
Además, los representantes de Verdemar señalaron que la problemática no se limita a un mero acto de reparación. Aseguraron que los reactores nucleares, por su naturaleza, son propensos a sufrir accidentes debido a factores como terremotos, condiciones climáticas adversas y el inevitable envejecimiento de sus componentes. "La industria nuclear no está libre de fallos, y no estamos preparados para enfrentar las consecuencias de un accidente", advirtieron con preocupación.
Otra cuestión alarmante que subrayó Verdemar es que muchos de estos submarinos han superado la vida útil de diseño de sus reactores. A modo de ejemplo, mencionan que desde la reparación del sistema de refrigeración del submarino HMS Tireless en el año 2000, han atracado casi un centenar de submarinos en Gibraltar, la mayoría de los cuales han pasado por procesos de reparación. Esto provoca cuestionamientos sobre la seguridad y la gestión de riesgos asociados a tales prácticas.
La situación ha llevado a la organización ecologista a calificar el puerto militar de Gibraltar como un "puerto X", en el que el Reino Unido ha encontrado un refugio para sus submarinos nucleares en necesidad de mantenimiento. Desde Verdemar, exhortan a las autoridades a considerar el verdadero riesgo que esto representa para la población local y el medio ambiente en general: "La seguridad de nuestra comunidad no puede estar comprometida por decisiones de este tipo", añadieron.
Con esta serie de pronunciamientos, Verdemar Ecologistas en Acción ha dado un claro mensaje: es fundamental que Gibraltar se libre de estos artefactos de propulsión nuclear y otros tipos de buques que constituyen un riesgo para la seguridad pública. "No deseamos un Plan de Emergencia nuclear, lo que queremos es que estos submarinos abandonen nuestra costa", concluyeron contundentemente los miembros de la organización, enfatizando su compromiso con la protección del entorno y la salud de los ciudadanos.
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