SEVILLA, 15 de septiembre. Un hecho alarmante tuvo lugar este domingo en la cárcel de Sevilla I, cuando un funcionario resultó herido durante un violento enfrentamiento entre internos. El incidente, que se convirtió en una situación desafiante, dejó al trabajador con lesiones en las costillas y en el brazo tras intentar mediar en la pelea.

La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) ha dado a conocer que el altercado estalló cuando los internos del módulo 57 regresaban de una actividad religiosa. En ese momento, varios reclusos comenzaron a enfrentarse, llevando a la intervención urgente de los funcionarios encargados de mantener el orden en el centro penitenciario.

Como consecuencia del conflicto, uno de estos funcionarios sufrió agresiones que resultaron en contusiones en su torso y su brazo. La violencia del incidente fue calificada como “significativa,” lo que generó una respuesta rápida por parte de los equipos médicos del centro, seguidos por la atención de los Servicios de Urgencias.

La APFP ha subrayado que las condiciones en los módulos están marcadas por la masificación, lo que está elevando la frecuencia de las agresiones. El sindicato afirma que la clasificación inadecuada de algunos internos, que deberían estar en régimen cerrado, crea un entorno más propenso a conflictos, pues aquellos que son considerados potencialmente peligrosos están conviviendo en espacios donde no deberían estar.

Ante esta preocupación, la APFP ha hecho un llamado al Ministerio del Interior para que reconozca a los trabajadores penitenciarios como agentes de la autoridad, así como para que se les reconozca la naturaleza de riesgo de su labor. También han exigido la posible introducción de pistolas taser y un aumento significativo en el número de personal para mejorar la seguridad en los centros.

Aparte de estas medidas, el sindicato ha planteado la necesidad de una revisión de las condiciones salariales, buscando una equiparación con los sueldos de los profesionales de Cataluña, lo que reflejaría una adecuada valoración del trabajo de los funcionarios penitenciarios en un entorno cada vez más complicado.