CORDOBA, 17 de octubre. La vicepresidenta del Gobierno y secretaria general del PSOE-A, María Jesús Montero, no ha dudado en calificar la gestión del presidente de la Junta, Juanma Moreno (PP-A), como "desbordada" ante la crisis del programa de detección precoz de cáncer de mama en Andalucía. Montero sostiene que Moreno parece perdido en su respuesta a esta situación, afirmando que "no va a hacer nada" al respecto.

Durante una atención a medios en Córdoba, previa a un acto conmemorativo por represaliados sindicales de la Guerra Civil y la dictadura, la líder socialista criticó el reciente nombramiento de Antonio Sanz como consejero de Sanidad. Montero advirtió que Sanz será un "responsable a tiempo parcial" en un área tan crucial como la sanidad.

La vicepresidenta enfatizó que la Junta aún no ha realizado un análisis claro de los problemas que han surgido ni ha revelado el número de afectados por el fallo en el programa de detección, lo que calificó de inaceptable. A su juicio, estos hechos demuestran la incapacidad del Gobierno de Moreno para gestionar efectivamente el sistema sanitario andaluz.

Con firmeza, Montero agregó que las autoridades no solo han fallado en la publicación de listas de espera, una obligación legal, sino que recientemente suspendieron el aviso escrito a los pacientes sobre sus citas, lo que refleja una grave crisis administrativa en el sector salud.

El nombramiento de Antonio Sanz fue otro punto de crítica para Montero, quien cuestionó que su experiencia en emergencias sirva de algo en el manejo de un sistema donde el objetivo primordial debería ser la prevención y atención a la salud, y no solo reaccionar a situaciones críticas.

La vicepresidenta también expresó su desacuerdo con el cambio de nombre de la Consejería de Salud a la de Sanidad, subrayando que priorizar la salud integral de la población va más allá de un enfoque meramente asistencial. Consideró que esta modificación es una maniobra superficial que menoscaba años de trabajo en el área de la salud pública.

En el contexto actual, Montero cuestionó la idoneidad de contar con un "consejero a tiempo parcial" que carece de conocimientos profundos sobre el sistema sanitario, particularmente en un momento crítico en el que la confianza de los ciudadanos en el sistema público está en juego.

Montero resaltó la gravedad de la situación, subrayando que Moreno ha manifestado previamente que considera inviable el sistema público. Desde la visión socialista, la actual administración parece estar en un camino hacia la privatización, deteriorando de hecho los servicios públicos, lo que genera desconfianza entre la población.

La líder del PSOE-A también puso de relieve el hecho de que el nuevo consejero de Sanidad esté vinculado a la comunicación y campañas publicitarias de la Junta, sugiriendo que el Gobierno podría estar más interesado en silenciar la crítica pública que en abordar las preocupaciones reales de las mujeres afectadas por las deficiencias en el sistema.

Cerrando su intervención, Montero instó a Moreno a enfocarse en las necesidades de los pacientes y no en su imagen política. Con optimismo, confió en que los medios de comunicación seguirán informando sobre este crucial tema, insistiendo en que la designación de Sanz no es casual y refleja una priorización de intereses partidistas sobre el bienestar general.