En Sevilla, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha instado al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, a convocar un referéndum para que todos los españoles puedan expresar su opinión sobre el pacto catalán entre PSC y ERC, el cual requeriría modificaciones en la Constitución.

Más específicamente, Moreno ha sugerido que se realice una reforma constitucional seguida de un referéndum para que los españoles decidan si están a favor del modelo de cupo acordado por los partidos separatistas catalanes.

El líder andaluz ha argumentado que el cupo catalán es una consecuencia de la necesidad de investir al socialista Salvador Illa como presidente de la Generalitat y de mantener a Pedro Sánchez en la Moncloa. Moreno ha criticado esta medida por ir en contra de principios de solidaridad interterritorial y por favorecer a los territorios más ricos en detrimento de los más pobres.

Además, Moreno ha planteado la cuestión de qué ocurriría si todas las comunidades autónomas quisieran recaudar y gestionar todos los impuestos como Cataluña, lo que impactaría en los recursos del Estado y su papel de redistribución de riqueza entre los ciudadanos españoles.

En cuanto a la condonación de deuda, Moreno ha destacado que el problema de Andalucía radica en la infrafinanciación a causa de un modelo de financiación autonómica que le hace perder alrededor de 1.500 millones de euros anuales, no en una deuda con el Estado. Ha instado a Sánchez a abordar este tema con seriedad y equidad, sin favorecer a una comunidad en detrimento de otras.

A pesar de las tensiones, Moreno ha afirmado que acudirá a una reunión convocada por Pedro Sánchez como presidente de los andaluces, enfatizando la importancia del diálogo y el respeto a las instituciones para evitar el crecimiento de populismos.

En contraste con la postura de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien ha manifestado su desconfianza hacia Sánchez al no querer asistir a una reunión, Moreno ha expresado que es fundamental mantener un espíritu de diálogo y debate, incluso ante diferencias marcadas en la visión política.