Restos descubiertos en cueva del norte de Granada podrían pertenecer a una niña y una mujer desaparecidas hace décadas.
GRANADA, 6 de marzo. Un equipo de antropología forense de la Universidad de Granada (UGR) se encuentra en pleno proceso de análisis de unos restos óseos que fueron descubiertos en diciembre de 2023 en una cueva situada en la sima del Carrascal, en El Chaparral. Los investigadores buscan esclarecer si estos restos pertenecen a una niña desaparecida en 1983 en el municipio de Cúllar y a una mujer adulta que desapareció durante la década de los 90 en Huéscar, ambos ubicados al norte de la provincia.
Durante una rueda de prensa celebrada en el marco del congreso provincial de CCOO en Granada, el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, confirmó a los medios que "la trazabilidad genética" realizada apunta a que los restos corresponden efectivamente a una menor y a una mujer adulta, lo que añade un significado y urgencia a la investigación en curso.
Los especialistas de la UGR están por estos momentos trabajando, en colaboración con el Instituto de Medicina Legal de Granada, en establecer "el umbral superior de la data". Esto implica investigar cuánto tiempo ha pasado desde que estos restos humanos pudieron haber sido la causa de desapariciones, subrayó el delegado durante su intervención ante los periodistas.
Si se confirma que los restos datan de 1983, coincidiendo así con la desaparición de la niña en Cúllar, o pertenecen a la década de los 90, que es cuando se perdió el rastro de la mujer en Huéscar, se llevará a cabo un contacto con los familiares vivos de ambas personas para obtener un contraste adicional.
El objetivo de estas gestiones es "verificar" si efectivamente pertenecen a la menor y la mujer en cuestión, las cuales están relacionadas con una investigación abierta por la Guardia Civil. Este análisis, que aún no ha incluido pruebas de ADN, está a la espera de los resultados que determinen si se encuentra en el marco temporal adecuado.
Por otro lado, fuentes judiciales consultadas por Europa Press informaron que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Huéscar, que investiga la procedencia e identidad de los restos, aún no ha recibido el informe técnico que podría ayudar en la confirmación de estas identidades. Estas diligencias se encuentran bajo secreto judicial.
En septiembre, se inició una segunda expedición para recuperar la mayor cantidad posible de restos óseos, lo que permitirá realizar "un análisis más exhaustivo que contribuya a identificar a las víctimas y aclarar las circunstancias de sus muertes".
El primer hallazgo se produjo gracias a la Asociación Espeleológica Velezana, que descubrió los restos en una cueva de difícil acceso previamente señalada por un pastor local. Al verificar que los restos no eran de origen "prehistórico", notificaron a la Guardia Civil, quien procedió a poner en marcha las diligencias correspondientes y contactó al Instituto de Medicina Legal para llevar a cabo las pruebas necesarias.
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