SEVILLA, 15 de octubre.

Durante la sesión de control en el Congreso, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no escatimó en críticas hacia el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, por su silencio ante la alarmante crisis de los cribados de cáncer de mama en Andalucía. Este enfrentamiento tuvo lugar en un momento clave, resaltando la responsabilidad de los líderes políticos en situaciones críticas para la salud pública.

Enfundado en su intervención final, Sánchez censuró la falta de reacción de Feijóo, señalando que lo realmente indignante es que no se haya pronunciado tras escuchar al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, quien justificó la ausencia de información a las mujeres sobre los cribados para evitarles angustia y ansiedad. Este tipo de afirmaciones generan serias preocupaciones sobre la transparencia en la gestión de la salud pública.

Una semana antes, el mandatario español ya había criticado al dirigente del PP por la situación de las mujeres andaluzas que no han tenido acceso a pruebas diagnósticas necesarias para tratamientos oncológicos. Sánchez denunció que esta problemática es resultado de la política favorable a la sanidad privada que rige en las comunidades gobernadas por el PP, lo que pone en riesgo el bienestar de la población.

Refiriéndose a los datos de inversión, el presidente del Gobierno recordó que durante su administración se ha incrementado en un 45% la financiación destinada a la sanidad pública, contrastando esto con la tendencia del PP de desviar recursos a la sanidad privada. Este enfoque, según Sánchez, ha conducido a una situación insostenible en Andalucía, donde numerosas mujeres carecen de acceso a pruebas críticas para su salud. “Lo que hacen ustedes es promover los intereses de la sanidad privada”, enfatizó Sánchez, poniendo de relieve la urgencia de priorizar la atención pública en materia de salud.