En la madrugada de este jueves, un operativo de la Guardia Civil culminó con la detención de un hombre en la playa de Chipiona, en Cádiz, mientras intentaba introducir un significativo cargamento de más de 1.300 kilos de hachís a través de una embarcación neumática. Lo preocupante es que, además del narcótico, el detenido portaba dos fusiles de asalto, lo que añade un matiz de gravedad a esta situación.

Según los informes proporcionados por las autoridades, la embarcación fue detectada en medio de maniobras inusuales en las aguas cercanas a Chipiona, lo que suscitó sospechas sobre sus intenciones. Ante esta situación, la Guardia Civil activó un dispositivo de vigilancia y seguimiento para interceptar al sospechoso antes de que pudiera llegar a la orilla en la Playa del Camarón.

El seguimiento dio frutos cuando la neumática, repleta de fardos, logró ser detenida en el momento en que se aproximaba a la arena. En total, los agentes confiscaron 34 fardos de hachís, que sumaron un peso de 1.375 kilos. Esta acción concluyó con la detención del tripulante de la embarcación, quien enfrenta cargos severos por tráfico de drogas, en un contexto que resalta la lucha continua contra el narcotráfico en la región.