ALMERÍA, 29 de octubre.

En un episodio que destaca la preocupación por la seguridad pública, la Policía Local de Almería ha arrestado a dos individuos después de un intento de evadir el control policial con una furgoneta cargada de 1.400 litros de gasolina, distribuidos en 56 garrafas. Los detenidos, que intentaron atropellar a los agentes mediante maniobras arriesgadas, representan un potencial riesgo no solo para las autoridades, sino para la comunidad en general.

Según un comunicado emitido por el Ayuntamiento, los hombres, de 26 y 29 años, son de nacionalidad marroquí y enfrentan serias acusaciones que incluyen atentado contra la seguridad vial, transporte de combustible sin las debidas medidas de seguridad, y colaboración con una organización criminal.

Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 4:30 de la madrugada del martes, cuando los agentes detectaron la furgoneta circulando a alta velocidad en la Carretera del Mamí, en La Cañada. Pese a las señales sonoras y visuales para que se detuviera, el conductor optó por ignorarlas, llevando a cabo maniobras peligrosas para intentar deshacerse de los agentes.

En el transcurso de la persecución por la Carretera de Níjar-La Cañada, los policías se encontraron con un segundo vehículo que bloqueó su marcha. Este vehículo luego huyó hacia Almería, complicando aún más la situación y la persecución de los delincuentes.

No obstante, los agentes habían dado aviso a otras patrullas sobre la situación, lo que llevó al corte de la vía hacia El Alquián. Al darse cuenta de la trampa, los ocupantes de la furgoneta embistieron contra los policías, quienes tuvieron que apartarse para evitar ser atropellados. Posteriormente, emprendieron la huida a través de un camino de tierra, aunque pronto perdieron el control y terminaron colisionando contra una señal de tráfico.

A pesar de su intento de fuga a pie en direcciones distintas, ambos hombres fueron detenidos poco tiempo después. La policía, además de asegurarse de la detención, confiscó la gasolina que transportaban sin las mínimas condiciones de seguridad, poniendo en evidencia la gravedad del delito y el riesgo que representaban para la ciudadanía.