Granada, 22 de julio. La situación en el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Granada ha tomado un nuevo rumbo este martes, al decidir aplazar hasta el viernes la entrega del hijo menor de Juana Rivas, la madre de Maracena condenada a dos años y medio de prisión. Esta decisión se produce en el contexto de una batalla legal que se remonta al verano de 2017, cuando Rivas se ausentó con sus dos hijos, desafiando las órdenes judiciales que exigían que los entregara a su padre, Francesco Arcuri, un ciudadano italiano que posee la custodia de los menores.

De acuerdo a lo indicado por fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, el niño regresará con su madre hasta la finalización del proceso legal vinculado a las resoluciones emitidas por los tribunales italianos. Este regreso se da tras horas de atención psicológica en el punto de encuentro, donde el menor fue atendido hasta después del mediodía antes de reunirse con su madre.

Sin embargo, la jornada no ha transcurrido sin incidentes. Juana Rivas, después de dejar al niño en el punto de encuentro familiar, sufrió una crisis de ansiedad que requirió asistencia médica y fue trasladada en ambulancia a un centro de salud. Se destaca además que el hermano mayor del menor, que ya es adulto y reside en España, ha estado presente durante esta difícil mañana.

El juzgado ha convocado a las partes involucradas y al Ministerio Fiscal para este miércoles a las 10:00 horas, con el objetivo de coordinar el cumplimiento de la resolución emitida por el Tribunal de Apelaciones de Cagliari en Italia. En este encuentro, se solicitará urgentemente un informe del personal técnico del punto de encuentro sobre las condiciones adecuadas para la entrega del menor, siempre priorizando su bienestar.

Además, en medio de esta tensa situación, se ha revelado que Arcuri está siendo investigado en Italia por presuntos casos de violencia familiar, tras las denuncias realizadas por Juana Rivas. A pesar de la angustia del menor, quien expresó su miedo en el proceso de entrega, un grupo de activistas que apoya a Rivas ha manifestado su desacuerdo frente a esta situación, mostrando su respaldo a la madre en cada paso del camino.

La angustia de la madre ha sido reforzada por las declaraciones de Juan de Dios Ramírez, abogado de Rivas, quien ha confirmado el estado de salud mental de su clienta tras la entrega de su hijo. Del mismo modo, Paqui Granados, directora del Centro de Información a la Mujer de Maracena, ha expresado su preocupación por la seguridad del niño y ha enfatizado que ahora se encuentra en una posición de alto riesgo.

En un intento por hacer escuchar la voz del menor, Sandra Gómez de Garmendia, directora general de Derechos de la Infancia y Adolescencia, ha subrayado la importancia de considerar la opinión del niño, asegurando que él tiene claro lo que desea, manteniendo la separación de poderes como un principio fundamental en esta compleja situación.

Cabe destacar que el ambiente en el punto de encuentro fue sumamente tenso, especialmente cuando Rivas fue trasladada en ambulancia, lo que provocó una gran conmoción entre los asistentes, entre ellos medios de comunicación y activistas de apoyo. En el pasado, durante el mes de enero, la autoridad judicial había decidido suspender de forma provisional el regreso del niño a Italia, debido a las preocupaciones sobre su bienestar y las denuncias de violencia que había sufrido.

Por último, la Audiencia de Granada reafirmó en marzo que la corte de Cagliari debía continuar investigando las alegaciones de malos tratos que presentó el menor. Es importante recordar que, a pesar de la condena que enfrentó Juana Rivas por la sustracción de sus hijos, el Tribunal Supremo redujo su pena a dos años y medio, reconociendo que se trató de un solo delito cometido en un contexto de complejidad y dolor familiar.