En una trágica noticia que ha conmocionado a la comunidad de Huércal-Overa (Almería), el cuerpo de Diego Giménez, un hombre de 84 años desaparecido hace dos semanas, ha sido encontrado este jueves gracias a los ladridos de su fiel perra Lola, quien ha permanecido a su lado desde que salió de su vivienda.

Unos trabajadores que realizaban labores de reparación en una comunidad de regantes han sido los héroes del día al identificar a Lola y dejarse guiar por sus ladridos hasta el lugar donde se encontraba el cuerpo de Diego, en una zona de difícil acceso alejada de los senderos habituales.

Según fuentes municipales, el cadáver de Diego fue hallado en un espacio remoto entre Huércal La Vieja y el Castillo, dentro del término municipal pero lejos de las áreas de búsqueda establecidas anteriormente durante un operativo que duró cuatro días.

Una vez realizado el levantamiento del cuerpo, este ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal (IML) para practicarle una autopsia, aunque los primeros indicios apuntan a que no había signos de violencia. Se considera que Diego pudo haberse desorientado durante su paseo.

El Ayuntamiento de Huércal-Overa, que lideró la búsqueda de su vecino desaparecido, ha expresado su pesar por este trágico desenlace. "Nuestro más sentido pésame a familiares y amigos", han transmitido, agradeciendo a todas las personas que participaron en la búsqueda de Diego, cuyo rastro se perdió el 18 de abril.