Las almadrabas de la Organización de Productores Pesqueros OPP51, que incluye a los municipios de Punta Atalaya, Conil, Zahara y Tarifa, concluyeron su temporada de captura de atún rojo el pasado jueves, alcanzando un total de 1.402 toneladas. Ante estos resultados, han solicitado un incremento en la cuota para la próxima temporada, argumentando que el recurso se encuentra en un estado de recuperación superior.

En una entrevista con Europa Press, la gerente de OPP51, Marta Crespo, manifestó que han llegado a la cifra de 1.402 toneladas gracias a la adquisición de cuotas de pesquerías nacionales que tenían excedentes disponibles.

La campaña, que se inició en abril en términos de capturas, ha sido caracterizada por Crespo como “peculiar y estresante”, en gran parte debido a la huelga de inspectores pesqueros, que impactó directamente en las operaciones de las almadrabas. Sin embargo, tras la resolución del conflicto, pudieron retomar sus actividades de pesca de manera fluida y gestionar la compra de cuotas cuando se alcanzó el límite asignado inicialmente.

Crespo explicó que la posibilidad de adquirir cuotas sobrantes de otras pesquerías se debe a que muchos segmentos no lograron capturar la totalidad de su cuota asignada. Esto ha llevado a que las almadrabas, que dependen exclusivamente del atún, busquen apoyo en otros sectores que están dispuestos a ceder cuotas porque manejan otras especies con las que pueden subsistir.

De cara a la próxima reunión de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), programada para noviembre en Sevilla, Crespo anunció que insistirán en la “urgente necesidad” de revisar y aumentar las cuotas asignadas a las almadrabas. “Existen toneladas disponibles, pero sin la opción de adquirirlas, no podemos pescarlas”, subrayó.

“Este año ha quedado claro que el recurso se encuentra más que recuperado. Lo que esperamos es que el ICCAT decida elevar la cuota lo suficiente para que las almadrabas puedan comenzar a experimentar los beneficios de esta recuperación”, aseveró Marta Crespo. También hizo un llamado a la Administración para que tome las medidas necesarias y garantice a los pescadores tradicionales y sostenibles la cuota que requieren, “porque existe una abundancia de atunes”.

“Cuando fue necesario apretarnos el cinturón, fuimos los almadraberos quienes tuvimos que hacer sacrificios y dejar de pescar, sin recibir alternativas que nos permitieran seguir operando. Nos recortaron los recursos a nosotros, y todavía estamos en la misma situación: con la necesidad de obtener una mayor cuota”, concluyó Crespo.