SEVILLA, 24 de julio.

En un álgido intercambio durante el Pleno del Parlamento andaluz, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha recriminado a los partidos de izquierda por, según él, transformar las sesiones en una “lucha campal” al invitar a familias y grupos que buscan visibilizar sus problemáticas sociales y sanitarias. En particular, el Pleno ha estado marcado por la presencia de familiares que solicitan un servicio telefónico para cuidados paliativos pediátricos disponible todos los días del año.

La tensión se intensificó cuando el portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio García, cuestionó al presidente sobre la situación de la educación pública, tanto a nivel universitario como en Formación Profesional. García acusó a Moreno de intentar discriminar a quienes están en situaciones vulnerables, sugiriendo que su administración ha “acordonado” el Parlamento para evitar que estas madres hagan oír sus voces, lo que el presidente rechazó, pidiendo a la oposición que se enfoque en debatir propuestas en lugar de “desatar una guerra” en cada sesión.

Moreno defendió el derecho de las personas a manifestar sus necesidades, pero al mismo tiempo cuestionó si a García le gustaría que se le interrumpiera durante una rueda de prensa, sugiriendo que su partido, el PP, prefiere abordar las demandas sin recurrir al sufrimiento ajeno para hacer política. Afirmó que no posee control absoluto sobre las invitaciones en el Parlamento y contrastó la situación andaluza con las dinámicas del Congreso y el Senado, donde la gestión de invitados se realiza bajo protocolos diferenciales.

Referente a la crítica de García sobre la falta de plazas en la educación pública, el portavoz de Adelante Andalucía advirtió que la carencia en ofertas educativas ha propiciado un auge en la educación privada, donde los costos se disparan y generan desigualdades. Según los datos presentados, cerca del 20% de los aspirantes a estudiar Formación Profesional en instituciones públicas no logra acceder a su primera opción, mientras que las plazas en el sector privado proliferan desmesuradamente. García subrayó que incluso hay estudiantes que están recurriendo a préstamos para costear su educación en la pública, un signo alarmante de la crisis educativa que enfrenta Andalucía.