En un operativo que revela la complejidad del crimen organizado en España, la Guardia Civil ha detenido a seis individuos en las provincias de Almería y Huelva, acusados de pertenecer a una red delictiva que utilizaba armamento militar y se hacía pasar por fuerzas del orden para llevar a cabo robos a narcotraficantes. Los asaltos se centraban principalmente en la sustracción de hachís en diversas localizaciones del país.

De acuerdo con comunicaciones oficiales de la fuerza armada, los arrestados durante la operación denominada 'Barbados' demostraban una sofisticada planificación al viajar con equipamiento que imitaba el de la policía, actuando así como si fueran agentes de la ley. En estos asaltos, estaban “fuertemente armados” con fusiles de alta capacidad, pistolas, chalecos antibalas y accesorios típicos de las fuerzas de seguridad, incluyendo linternas y luces intermitentes.

La investigación se inició tras un incidente ocurrido el pasado mes de junio en la AP-7, en el que dos vehículos de lujo intentaron eludir un control de la Guardia Civil, resultando en un accidente. Al escapar a pie, los sospechosos dejaron atrás sus coches, que posteriormente fueron verificados por los agentes y encontraron que estaban robados y manipulados para ocultar sus matrículas.

Durante el registro de estos vehículos, los agentes hallaron un arsenal de armas: un fusil, un subfusil, dos pistolas, todas con munición, además de chalecos antibalas y otros materiales policiales. Uno de los coches confiscados incluso había sido modificado para tener apariencia de vehículo policial.

Tras ocho meses de investigación meticulosa, la operación culminó con la detención de los seis miembros de la organización, de los cuales tres han sido enviados a prisión. Las redadas se llevaron a cabo en distintas localidades de Almería, como Vícar y Cuevas de Almanzora, así como en Bollullos Par del Condado en Huelva.

En el transcurso de estos operativos, las autoridades han confiscado una serie de objetos que incluyen cuatro armas de fuego, chalecos antibalas, equipos de seguimiento y vigilancia, así como vehículos lujosos utilizados en los atracos. También se incautaron 42.000 euros en efectivo y cantidades significativas de materiales ilícitos, como 150 bombonas de gas óxido nitroso y 1,7 kilos de hachís.

La investigación fue liderada por el Grupo de Información de la Comandancia de Castellón, en coordinación con varias unidades de la Guardia Civil de distintas provincias. Este esfuerzo conjunto resalta la importancia de la colaboración interprovincial en la lucha contra el crimen organizado y la seguridad en las comunidades locales.