SEVILLA, 31 de agosto.
Recientemente, la Federación Andaluza de Venta Ambulante ha compartido un informe a través de la Asociación de Vendedores Ambulantes de Jaén, resaltando que el año 2025 se vislumbra como un período de "ligera recuperación" para el sector, tras haber atravesado un prolongado "periodo de incertidumbre". Este tiempo difícil ha estado marcado por la competencia de otras formas de comercio, el crecimiento del comercio en línea y los desafíos generados por la inflación. Contrariamente, el auge del "ocio playero" ha brindado un nuevo impulso.
Antonio Figueroa, portavoz de la Asociación de Vendedores Ambulantes de Jaén y representativo de la federación, comentó en una entrevista con Europa Press que las ciudades de Sevilla y Málaga se destacan este año 2025 por albergar la mayor cantidad de vendedores ambulantes en Andalucía. Según Figueroa, esta tendencia se relaciona con dos factores claves: la densidad poblacional y la arraigada tradición de los mercadillos en Sevilla, así como el atractivo turístico de la Costa del Sol.
El portavoz añadió que, a pesar de la estabilidad en el número de vendedores y la afluencia de compradores, se han observado variaciones significativas entre las distintas provincias. Durante los meses de verano, las zonas turísticas han experimentado un incremento en la asistencia, mientras que las áreas del interior han visto descensos, especialmente debido a las altas temperaturas.
La venta ambulante en Andalucía continúa estrechamente relacionada con la estacionalidad. Los meses de primavera, verano y otoño son los más activos, en sincro con festividades locales, clima favorable y un aumento del turismo. Contrasta notablemente con el invierno, cuando la presencia de compradores se reduce, salvo en ocasiones especiales como la campaña navideña.
Figueroa también ha destacado los retos que enfrenta el sector, como la lentitud en el relevo generacional. La mayoría de los vendedores son profesionales con una larga trayectoria, y la integración de jóvenes en este ámbito sigue siendo mínima.
Por otro lado, algunos ayuntamientos han intensificado las regulaciones en cuanto a licencias y gestión de mercadillos, lo que, según la federación, aumenta la presión sobre aquellos que desean iniciar o mantener su actividad comercial.
Desde una perspectiva económica, Figueroa advirtió que los vendedores ambulantes a menudo enfrentan gastos comparables a los de pequeños establecimientos con locales fijos. En ciertos municipios, las tarifas por el uso del espacio público pueden incluso superar el costo de arrendar un local, sumándose a los gastos operativos como combustible, transporte y mantenimiento de vehículos.
A pesar de estos desafíos, Figueroa subraya que el comercio ambulante desempeña un rol vital como motor económico y social. "El comercio ambulante crea empleo, promueve el autoempleo, ofrece productos a precios accesibles y revitaliza barrios y plazas, fortaleciendo así la identidad cultural de nuestras ciudades", enfatizó, añadiendo que la experiencia de recorrer un mercadillo es inigualable frente a la compra en línea.
Entre los mercadillos más emblemáticos de la región, la federación destaca el del Charco de la Pava en Sevilla, considerado un "referente regional" por su gran afluencia y variedad, y el de Úbeda en Jaén, muy apreciado por la diversidad de productos y la calidad de su gestión municipal.
Adicionalmente, los mercadillos en Fuengirola (Málaga) y Jerez de la Frontera (Cádiz) se perfilan como importantes destinos comerciales en la Costa del Sol y la Bahía de Cádiz, debido a su oferta amplia y atractiva.
La influencia del turismo es clave en la dinámica del sector, especialmente en provincias como Málaga, Cádiz, Huelva y Almería. Figueroa explicó que, durante el verano, muchos turistas encuentran en los mercadillos una oportunidad para adquirir productos locales y de proximidad, añadiendo un valor extra a su experiencia vacacional.
A pesar de una reconocida "ligera disminución" en el número de vendedores en los últimos años, principalmente a causa de normativas más estrictas y costos adicionales, la federación sostiene que el comercio ambulante sigue siendo una "pieza clave" en la economía andaluza.
El futuro del sector, según Figueroa, pasa por encontrar un equilibrio que le permita adaptarse a cambios sociales y tecnológicos sin sacrificar la esencia de la venta ambulante. "La conexión humana y la posibilidad de hallar artículos únicos a buen precio son elementos que ninguna plataforma digital puede igualar", concluyó el portavoz.
Finalmente, la Federación Andaluza subrayó que el sector se encuadra dentro del Decreto regulador del comercio ambulante en Andalucía, que establece lineamientos sobre licencias, horarios y organización de mercadillos, buscando "garantizar un equilibrio entre la actividad económica, la protección del consumidor y la convivencia entre ciudadanos".
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