24h Andalucía.

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Arcuri se marcha de los tribunales de Granada con su hijo tras la entrega por parte de Juana Rivas.

Arcuri se marcha de los tribunales de Granada con su hijo tras la entrega por parte de Juana Rivas.

GRANADA, 25 de julio.

Francesco Arcuri, un ciudadano italiano, abandonó el edificio judicial de Caleta en Granada junto a su hijo de 11 años, después de que la madre, Juana Rivas, cumpliera con la entrega formal estipulada por la autoridad judicial de Italia. Este traslado se llevó a cabo pasadas las horas del mediodía de este viernes, luego de que un encuentro previsto para el martes anterior no se realizara.

El proceso se desarrolló bajo las instrucciones del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Granada, quien estableció que solo los padres del menor estuvieran presentes durante la entrega. Inicialmente, la madre estuvo acompañada por el niño, mientras que el padre se reunió en el juzgado con sus representantes legales. Este enfoque buscó garantizar que solo las figuras responsables del menor tuvieran acceso al proceso, excluyendo a otros familiares, como un hermano mayor que vive en España.

Juana Rivas fue vista partiendo en un vehículo conducido por un miembro de su equipo legal, con un notorio semblante triste, tal como captaron los medios que aguardaban en los alrededores del edificio judicial. A pesar de que se había planeado mantener la hora y el lugar del encuentro en secreto, la atención mediática fue significativa desde la mañana.

El traslado se produce en un contexto delicado, ya que el niño ha estado en Maracena con su madre desde las festividades navideñas. Cabe recordar que Juana Rivas fue condenada por un caso de sustracción de menores tras haber permanecido un mes en paradero desconocido con sus dos hijos en 2017, evitando así la entrega al padre.

Tras la entrega, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía informó a los medios sobre el hecho de que el Juzgado número 3 había estado a la espera de un informe del Juzgado de Instrucción número 9, que debía determinar sobre unas medidas cautelares solicitadas por el hijo mayor, quien denunciaba coacciones por parte del padre en el punto de encuentro de la semana anterior.

Finalmente, el Juzgado de Instrucción desestimó estas medidas, lo que posibilitó que la entrega del menor se llevara a cabo sin más dilaciones. Durante este tiempo, Juana Rivas permaneció bajo el acompañamiento de su hijo y la asistencia de psicólogos especializados.

Al confirmarse el rechazo a las medidas cautelares, Rivas se despidió de su hijo antes de dejar las dependencias del juzgado. El encuentro entre el padre y el niño tuvo lugar en la Sala Gesell, diseñada para observar sin ser vistos, en un entorno controlado que incluía a un equipo técnico conformado por psicólogos y trabajadores sociales, para asegurar una entrega lo más beneficiosa posible para el menor.

Desde el Tribunal Superior se destacó que en todo momento se priorizó la privacidad del niño y sus padres, evitando cualquier tipo de interferencia externa que pudiera afectar el bienestar del menor. El Juzgado habían aconsejado un lugar neutro para la entrega, alejado de posibles influencias de los medios de comunicación y accesos no deseados.

La representación legal de Rivas estuvo presente en la planificación de esta entrega, garantizando su cumplimiento y proponiendo que se evitasen lugares como comisarías. Los informes técnicos sobre el intento de entrega fallido del martes mencionaron que el niño no fue capaz de entrar solo al lugar, recibiendo un apoyo aparentemente excesivo, lo que podría haber influido en su dificultad para adaptarse a la situación.

Finalmente, el Juzgado estableció este viernes en su providencia que el proceso de entrega se llevaría a cabo en el complejo judicial de La Caleta, buscando mantener la privacidad y la seguridad del menor y sus progenitores, evitando así cualquier tipo de perturbación externa durante el trámite.