Granada, 10 de junio. La fiscal superior de Andalucía, Ceuta y Melilla, Ana Tárrago, ha expresado este martes su preocupación por la compleja situación que enfrenta el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, tras la propuesta del Tribunal Supremo de juzgarlo por un presunto delito de revelación de secretos en relación al caso de Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Según Tárrago, esta circunstancia no favorece ni a la institución del Ministerio Público ni a sus colegas en la carrera fiscal.

En una rueda de prensa celebrada en Granada, donde acudió junto al consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública de la Junta de Andalucía, José Antonio Nieto, la fiscal superior manifestó sus impresiones tras ser consultada por los periodistas sobre el tema. El encuentro tuvo lugar en el marco de la inauguración de la segunda jornada del Servicio de Asistencia a Víctimas en Andalucía (SAVA), bajo el lema 'Ante Nuevos Retos'.

Cuando se le preguntó sobre los pasos que debería seguir García Ortiz ante el posible procesamiento, Ain Tárrago mostró una postura cauta, señalando que él es su "superior jerárquico", por lo que no se siente en posición de ofrecerle recomendaciones. "Nadie me lo ha pedido", aclaró, enfatizando que es decisión personal del fiscal general cómo proceder en esta coyuntura.

La fiscal superior también destacó su larga trayectoria en la carrera fiscal, apuntando que lleva más de la mitad de su vida dedicada a esta labor. En este sentido, subrayó que la situación actual que envuelve a García Ortiz no es positiva ni para él ni para el conjunto de la institución que representa.

Por otro lado, Ana Tárrago admitió no haber revisado aún el auto del magistrado del Tribunal Supremo, Ángel Hurtado, que se refiere al procesamiento de García Ortiz. Su conocimiento sobre el asunto se basa en informes que ha escuchado en los medios de comunicación, por lo que optó por esperar a leer el documento oficial antes de ofrecer una valoración exhaustiva.

Finalmente, al ser interrogada sobre si esta situación perjudica la imagen de la Fiscalía, Ana Tárrago fue clara: "No es una situación agradable, es un poco incómoda para la institución". Añadió que este contexto puede resultar igualmente difícil para el fiscal general y para todos sus colegas en la profesión, concluyendo su intervención con una nota de seriedad sobre el impacto que estos acontecimientos generan en el ámbito fiscal.