24h Andalucía.

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La familia del vecino fallecido en Estepona demandará a los policías por homicidio imprudente.

La familia del vecino fallecido en Estepona demandará a los policías por homicidio imprudente.

La trágica historia del empresario constructor Juan Antonio Hans Checa, quien falleció el 23 de enero en un hotel de Estepona (Málaga) tras ser confrontado por agentes de la Policía Nacional, ha desatado una ola de indignación y controversia. La familia de Hans Checa ha decidido presentar una denuncia por presunto homicidio imprudente contra los policías involucrados en la intervención, alegando que se utilizó una fuerza desproporcionada durante su detención, lo que pudo haber llevado a su muerte por asfixia, según sus allegados.

En una rueda de prensa celebrada en Lora del Río, el abogado penalista Luis Romero, acompañado por la familia de Hans Checa, expuso los detalles de la situación que rodea la muerte del empresario. La intervención policial tuvo lugar en el hotel Ona Valle Romano, donde el hombre, que fue descrito como agresivo y en estado alterado por el personal del establecimiento, se encontraba alojado por motivos laborales.

Los informes indican que horas antes, la Policía Nacional ya había intervenido en un bar de la misma ciudad a instancias de los responsables del local debido al comportamiento alterado de Hans Checa, quien, según se informa, estaba bajo los efectos del alcohol y posiblemente consumiendo drogas. Incluso, le fue confiscado un envoltorio con una sustancia que se presume era cocaína. Sin embargo, el abogado de la familia defiende que estas circunstancias no justifican el uso excesivo de la fuerza, que pudo ser el detonante de su fallecimiento.

En el momento en que se solicitó la ayuda policial en el hotel, la esposa del empresario, que es enfermera, contactó a los servicios de emergencia para explicar la situación. No obstante, los agentes optaron por actuar sin esperar la llegada de asistencia médica especializada, algo que la familia considera una grave falta de juicio y que contribuyó a las circunstancias desconcertantes que rodearon su muerte.

Los testimonios apuntan que durante la detención, la Policía hizo uso de grilletes para controlar a Hans Checa, quien, según las autoridades, estaba en un estado de tal agresividad que se hizo necesario utilizar la mínima fuerza imprescindible para asegurar la seguridad de todos. Sin embargo, el abogado de la familia refuta esta versión, sosteniendo que la actuación policial fue excesiva y que el empleado pudo haber sido sofocado durante su arresto.

Después de la intervención, se reportó que el empresario entró en un estado de parada cardiorrespiratoria. Aunque los agentes intentaron reanimarlo, la llegada de los servicios de emergencia fue demasiado tarde para salvarle la vida. La familia ha señalado que es imperativo esclarecer las circunstancias de su muerte, mientras que el letrado mantiene su creencia de que la intervención policial fue un factor determinante en el fatídico desenlace.

La denuncia de la familia no solo afecta a los policías involucrados directamente, sino que se extiende a todos aquellos que participaron en la operación. La intención es que se responsabilice a los agentes por un presunto homicidio imprudente, una perspectiva que trae consigo la necesidad de una revisión minuciosa de los protocolos policiales en situaciones que involucran la salud mental de los individuos.

Pese a las declaraciones de la Policía Nacional, que defienden su actuación como necesaria para garantizar la seguridad, la familia de Hans Checa sostiene que su solicitud de que la investigación sea manejada por la Guardia Civil fue desestimada, lo que ha suscitado desconfianza respecto a la imparcialidad del proceso. En este contexto, la familia se encuentra decidida a seguir adelante con sus denuncias, en busca de respuestas y justicia para su ser querido.