El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha expresado su rechazo a la proposición de ley sobre regadíos propuesta por la Junta de Andalucía para el Parque Nacional de Doñana, la cual considera que supone un atropello al entorno. Durante su intervención en el Congreso, Sánchez ha destacado que la jurisprudencia española y europea son claras en cuanto a la imposición de planes por parte de la derecha y la ultraderecha, y ha señalado que la medida ha causado preocupación en la comunidad científica y en la Comisión Europea.

El presidente ha hecho un llamado a atender a los criterios de la ciencia para proteger Doñana, indicando que la negación del cambio climático y la soberbia no serán las herramientas para salvar el espacio natural. Según él, la clave para proteger a Doñana es cuidar y no engañar a los agricultores, cumplir con la legislación y las sentencias de tribunales españoles y europeos y escuchar a la comunidad científica.

Sánchez ha destacado la importancia de Doñana como el único parque natural de la Península Ibérica que ha sido declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Además, ha afirmado que se trata de la reserva ecológica más grande de Europa, el Parque Nacional más extenso de España y un sumidero esencial de carbono que absorbe diariamente el CO2 de alrededor de 1.4 millones de árboles.

El presidente ha destacado que Doñana sirve como mecanismo natural para amortiguar los efectos negativos de la emergencia climática y es un refugio para aves migratorias de toda Europa, así como para animales emblemáticos en peligro de extinción como el lince ibérico y el águila imperial ibérica.