Montero rechaza que la Junta le endose la responsabilidad de fallos en el cribado de cáncer de mama: “No he sido consejera en 13 años”.
En el contexto de una turbulenta sesión de control en el Congreso de los Diputados, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha expresado su profunda preocupación y descontento ante las recientes acusaciones del Ejecutivo de Juanma Moreno. Montero calificó de "lamentable" la estrategia del gobierno de Andalucía de intentar desviar la responsabilidad de los problemas en el cribado de cáncer de mama hacia su gestión pasada como consejera de Salud en tiempos en los que el PSOE-A gobernaba la comunidad.
Durante el debate, los parlamentarios del Partido Popular, Elías Bendodo y Juan Bravo, cuestionaron a Montero sobre la gestión del cribado, insinuando que los errores se debían a un protocolo que supuestamente ella estableció. En respuesta, Montero recordó que han pasado más de trece años desde que dejó su cargo en la Junta y cuestionó la lógica de culparla por fallos recientes, subrayando que dicha actitud es totalmente "impresentable".
La ministra destacó que en lugar de asumir la responsabilidad que les corresponde, el gobierno actual parece buscar chivos expiatorios, apuntando primero a las mujeres afectadas y luego a diversas asociaciones, antes de intentar darle un giro y culpar a su figura. "¿Realmente los andaluces creen que los problemas actuales son culpa de decisiones tomadas hace más de una década?", cuestionó Montero, enfatizando la necesidad de rendición de cuentas en la gestión pública.
Además, advirtió sobre la grave situación que enfrenta el sistema de salud pública en Andalucía bajo la gestión del PP, enfatizando que "aquí nos jugamos la vida." Sostuvo que las decisiones del gobierno en esta área no deben ser tratadas como un mero juego y confió en que los ciudadanos tomen nota sobre la gestión del Partido Popular.
Montero también criticó las “mentiras” que ha propagado el gobierno andaluz, que inicialmente restó importancia al problema de los cribados, asegurando que solo había "cuatro casos", para luego revelar que eran en realidad alrededor de 2.000. "¿De verdad considera que no informar a 2.000 personas sobre la necesidad de hacerse pruebas para descartar un cáncer de mama es solo un error?", preguntó con preocupación, recordando que estos asuntos son cuestiones que afectan vidas humanas.
Asimismo, alertó que la problemática del cribado de cáncer de mama es solo una parte del colapso que atraviesa el sistema sanitario público andaluz, sugiriendo que podrían existir situaciones similares en otros programas de detección, como los de cáncer de colon, cervix o próstata. Montero concluyó criticando la actitud del presidente Moreno Bonilla, insinuando que su enfoque se basa en ofrecer soluciones superficiales mientras los problemas reales persisten sin ser atendidos.
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